¿Cómo ahorro para la jubilación? Así es el modelo británico que quiere implantar el Gobierno
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19 Nov ¿Cómo ahorro para la jubilación? Así es el modelo británico que quiere implantar el Gobierno

19/11/2020

En el Reino Unido desde 2012 los empresarios tienen la obligación de inscribir a sus trabajadores en algún plan de pensiones en el que realizan aportaciones la compañía, el beneficiario y el Estado

Una de las medidas planteadas tanto por el Gobierno como por el Pacto de Toledo para mejorar la sostenibilidad del sistema público de pensiones es impulsar la previsión social empresarial en España y, puestos a buscar fórmulas que lo permitan, uno de los países en los que el Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones se está fijando es el Reino Unido.

Allí, desde 2012, los empresarios están obligados a inscribir automáticamente a todos sus empleados mayores de 22 años y con un salario superior a 10.000 libras anuales (11.200 euros) en algún tipo de plan o instrumento de pensiones. También están obligados a realizar unas aportaciones mínimas (establecidas por ley) a favor del empleado, siempre y cuando éste a su vez contribuya al fondo con una parte (también determinada por ley) de sus ingresos.

Es decir, el sistema es obligatorio para las empresas, pero voluntario para los trabajadores, quienes una vez inscritos pueden darse de baja. Si lo hacen liberan a su empleador de la obligación de realizar una aportación en su nombre a ningún fondo. Este sistema de previsión para complementar la prestación pública se denomina ‘automatic enrolment’ o ‘auto-enrolment’.

La aportación mínima conjunta a ese instrumento de ahorro (hay varias fórmulas entre las que escoger) ha pasado del 2% inicial de los ingresos brutos al 8% actual, una cifra de la que el trabajador asume la mitad (el 4%) y la empresa se ha cargo de un 3% mientras el 1% restante corre por cuenta del Estado que realiza su aportación en forma de beneficios fiscal. Además, la normativa establece un mínimo y un máximo para las aportaciones que anualmente se realicen a nombre de un trabajador. Estos topes son revisados cada ejercicio fiscal por el Gobierno, que en su último control los dejo entre las 6.240 y las 50.000 libras. Es decir, entre los casi 7.000 euros y prácticamente los 56.000.

El modelo toma como base las investigaciones del economista de la Universidad de Chicago Richard H. Thaler, Nobel de Economía en 2017, que señalan que la mayor parte de los ciudadanos que quiere preparar su jubilación pero no termina de decidirse haría aportaciones sistemáticas sin ninguna pega a un mecanismo de ahorro en que si ya estuviera incluida. Es decir, que lo que nos paraliza es el hecho de tener que tomar una decisión y ejecutarla; si depende de nuestra propia iniciativa no haremos mucho por empezar a ahorrar pero tampoco por dejar de hacerlo.

De ahí que el ‘automatic enrolment’ haga que la inscripción en el sistema la realice un tercero (la empresa) en nuestro nombre y que seamos nosotros los que debamos tomar la decisión proactiva de darnos de bajo si es que no nos convence la fórmula. Y parece que las cifras le dan la razón. A cierre de 2019, más de 10,2 millones de trabajadores habían sido inscritos automáticamente y, de ellos, el 91% se ha mantenido en el sistema. Desde la entrada en vigor del ‘automatic enrolment’ los trabajadores partícipes en algún instrumento de previsión social empresarial ha pasado de 10,7 millones a 21.

Las empresas pueden contratar varios tipos de productos a distintas entidades para gestionar ese ahorro, pero para facilitar las cosas a las empresas más pequeñas y permitir también la participación de los autónomos en el sistema, el Reino Unido creó en 2008 un organismo de tutela pública que centraliza los ahorros y subcontrata su gestión entre varias firmas internaciones. Es el NEST, que no tiene ánimo de lucro y está sujeto a una «obligación de servicio público», por lo que debe aceptar a todos aquellos empleadores que quieran unirse. Actualmente su actividad se limita a recaudar y gestionar el ahorro durante la vida activa de los trabajadores. Es decir, no ofrece servicios como la entrega de los fondos acumulados a modo de rentas mensuales a los partícipes una vez llegada su jubilación.

Noticia extraída de El Correo. 19/11/2020

 

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